Es la proteína más abundante de nuestro cuerpo, tiene como función principal el mantenimiento de la integridad estructural de los tejidos y órganos. Además, juega un papel clave en la sana apariencia de la piel.
Previene y disminuye las líneas de expresión y las arrugas. Además, puede prevenir o disminuir el dolor, la inflamación, el edema y la rigidez en la artritis reumatoide, la osteoartritis y la artritis juvenil.
Restaura el tejido conectivo para una mejor elasticidad, y los vasos sanguíneos para ayudar a mejorar la circulación incluso en pacientes con hipertensión.
Reduce el número de radicales superóxidos en las arterias y por lo tanto, las partículas de colesterol oxidadas. Promueve también el paso de la luz en los ojos ya que forma parte de la córnea.
Pérdida de colágeno
A partir de los 25 años de edad nuestros fibroblastos empiezan a ser menos eficaces en fabricar Colágeno en nuestro cuerpo. Por lo tanto, se empieza a perder el 1.5% por año como parte del proceso natural de envejecimiento.
En general, los problemas asociados con la deficiencia de Colágeno en nuestro cuerpo incluyen:
Aumento de las molestias en articulaciones y músculos
A partir de los 25 años de edad nuestros fibroblastos empiezan a ser menos eficaces en fabricar colágeno en nuestro cuerpo. Por lo tanto, se empieza a perder el 1.5% por año como parte del proceso natural de envejecimiento.
En general, los problemas asociados con la deficiencia de olágeno en nuestro cuerpo incluyen:
Aumento de las molestias en articulaciones y músculos.